Reporte de las periodistas de ONG Amaranta, Cecilia Ananías y Karen Vergara
Chile ya acumula un mes y medio de manifestaciones sin mayores respuestas desde el Gobierno, más allá del insuficiente paquete de medidas parche, anunciado por el presidente Sebastián Piñera en la primera semana de la crisis, la cual fue prontamente opacada por sus discursos apelando a la represión, las mayores facultades a las policías y su negación de la realidad presentada por organismos internacionales; tanto Amnistía Internacional, como Humans Right Watch, han señalado claramente que la cantidad de personas mutiladas, violentadas sexualmente y la alta cifra de detenidos se han desarrollado bajo flagrantes violaciones a los Derechos Humanos.
El parlamento, intentando apaciguar las aguas y aprovechando el momento histórico, decidió poner en marcha un acuerdo para un plebiscito que permitiera cambiar la Constitución que heredamos de la Dictadura. Este acuerdo, ideado entre las cuatro paredes del Congreso no fue capaz de calmar las movilizaciones, puesto que no abordó el cese de la violencia policial. El mismo presidente, dos días antes del acuerdo, había jugado con las emociones de todos los chilenos y habitantes del territorio, al hacer esperar una cadena nacional por más de dos horas, instalando entre periodistas y analistas políticos la idea de una nueva militarización y despliegue del Estado de Emergencia; situación que finalmente no ocurrió y frente a la cual el mandatario se refirió en su discurso, afirmando que había optado por diálogo y no la fuerza, como si fuera una especie de sacrificio por el cual deberíamos agradecerle. Seguir leyendo