7 razones por las que la nueva Constitución es bacán para mujeres y diversidades

Como somos una ONG que trabaja muchísimo con estos grupos humanos, armamos esta pequeña guía para un voto informado. En los comentarios, cuéntanos: ¿Cuál otra norma agregarías a esta lista? Te dejamos la versión para imprimir que DESCARGAS AQUÍ y lees más abajo y la versión en texto:

  1. Porque promueve la igualdad sustantiva para mujeres, hombres, diversidades y disidencias y la equidad de género. ¿Y qué significa que sea sustantiva? Que reconoce que hay desigualdades sociales históricas y que se deben implementar medidas para ir cambiando esto, como la paridad, de manera de que estén representadas y representades en la política. Esto lo puedes leer completo en el artículo 6, el 25, el 161 y el 350.
  2. Porque declara que mujeres, niñas, adolescentes y personas de las diversidades y disidencias sexuales de género tenemos derecho a una vida libre de violencia de género “en todas sus manifestaciones, tanto en el ámbito público como en el privado, sea que provenga de particulares, instituciones o agente del Estado”, como indica el artículo 27. Además, agrega que el Estado debe tomar las medidas necesarias para cambiar este escenario desde la sociedad y cultura.
  3. Porque reconoce que los trabajos domésticos y de cuidados son necesarios e indispensables, como declara el artículo 49; estos trabajos han sido históricamente realizados de forma no remunerada por mujeres y esto tiene impactos en su salud física, mental, vida social, ocio y economía. Además, en el artículo 50, garantiza el derecho al cuidado a través de un Sistema Integral de Cuidados y “velará por el resguardo de los derechos de quienes ejercen trabajos de cuidados”.
  4. Porque la nueva Constitución también contempla espacios digitales libres de violencia; ataques que afectan desproporcionadamente a mujeres, las adolescentes, niñas y diversidades. Como dice el artículo 89 “el Estado desarrollará acciones de prevención, promoción, reparación y garantía de este derecho” y otorgará especial protección a los grupos humanos más afectados.
  5. Porque el Estado deberá adoptar las medidas necesarias para prevenir la violencia y superar las desigualdades que enfrentan mujeres y niñas rurales.
  6. Porque incluirá la perspectiva de género en los sistemas de justicia, como indica el artículo 312. Esto es importante para casos cruzados por violencias y desigualdades de género, donde las mujeres son constantemente revictimizadas y anuladas en el proceso.
  7. Porque garantiza los derechos sexuales y reproductivos para todas las personas, los que comprenden «el derecho a decidir de forma libre, autónoma e informada sobre el propio cuerpo, el ejercicio de la sexualidad, reproducción, placer y anticoncepción», como indica el artículo 61.  Además, en el artículo 46 reconoce que se debe respetar maternidades y paternidades de las personas trabajadoras.

[CURSO] Comunicar con mirada interseccional: Abordajes y diálogos  interdisciplinarios

En ONG Amaranta iniciamos el año dictando el curso de extensión: «Comunicar con mirada interseccional». Está dirigido a personas, instituciones y equipos que  deseen adquirir herramientas para una comunicación integral, para así trabajar  adecuadamente con grupos que enfrentan barreras en el acceso a sus derechos,  sin replicar estereotipos, prejuicios y estereotipos que refuerzan las desigualdades  socialmente existentes. En cada módulo se abordarán también las intersecciones  existentes entre los grupos mencionados, con el objetivo de promover abordajes  situados y críticos.

El objetivo es facilitar contenidos teórico-prácticos para un manejo comunicacional con  perspectiva de derechos para mujeres, disidencias, niñez, personas mayores y  personas en situación de discapacidad.

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Mujeres y disidencias inseguras en la calle, el transporte público y la casa: ONG Amaranta publica estudio sobre consentimiento en la vida cotidiana

Con el fin de comprender los alcances del consentimiento como concepto y su implicancia en la vida cotidiana para mujeres y disidencias, realizamos un estudio conjunto entre Amaranta y AVON: Promesa para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas, en el que participaron más de mil encuestadas/es. En el estudio descubrimos que los grupos que menos respetaron decisiones y consentimiento fueron parejas, familia y amistades de las sobrevivientes. Además, un 53% señaló que alguna vez aceptaron algo que no querían porque se sintieron presionadas.

En el marco de la campaña “SinohaySÍesNo” realizada  en el  Mes Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, Amaranta ONG junto a Avon y su “Promesa para Erradicar la Violencia de las Mujeres y Niñas”  realizaron una encuesta sobre consentimiento en mujeres cis, trans y personas no binarias llamada “Consentimiento y sus implicancias en la vida cotidiana”.

En el estudio, aplicado en todo Chile participaron 1.045 personas, de las cuales un 92% se identificó como mujer cis, 7% como persona no binarie y un 1% como mujer trans.

La importancia de hablar y estudiar todo lo que conlleva el consentimiento radica en que este acto va moldeando la realidad de las mujeres y disidencias. Tanto en su carga emocional, social y como se desenvuelven con otros/es en el cotidiano. En ese sentido, entender su importancia es parte crucial en el camino hacia la erradicación de la violencia de género sostenida en la vulneración de límites. 

Cuando preguntamos en qué consiste el consentimiento más de 118 mujeres creen que es algo que se expresa exclusivamente de manera verbal y 74 no tenían clara las maneras de entregarlo. Además, un 81% sostiene que también se expresa de manera no verbal (gestos, tonos de voz, distancias, etc.)

«Cada persona tiene límites distintos y todo el mundo merece que se respeten los suyos. Lo que una persona consiente es sólo decisión suya, puede variar en el tiempo y es reversible. Es importantísimo abordar el consentimiento en momentos que aún muchas personas no parecen entender sus implicancias, ya que el transgredir el consentimiento de otra persona constituye un acto violento y esto no ocurre solo en relaciones emocionales o sexuales”, indica Cecilia Ananías directora de Amaranta ONG.

Sobre situaciones que requerían consentimiento, un 68% señaló que al momento de poner límites estos no fueron respetados, un 56% indicó además que se sintió obligada a decir sí cuando quiso decir no y un 53% aseguró que muchas veces aceptó algo que no quería porque se sintió presionada por la culpa que implica decir «no».

Al respecto, las investigadoras concluyen que junto con la carga de “consentir “mujeres y disidencias también deben sobrellevar la culpa de decir que “no”, posiblemente a raíz de una socialización que busca que las mujeres sean pasivas y complacientes mientras crecen. 

De las más de mil convocadas/es solo un 15% sentía que era normal decir que no y no experimentaban ninguna culpa al decirlo; el otro 85% declaró sentirse culpable en múltiples situaciones (si lo pide la pareja, una amistad, en su familia, si no tenía excusa o porque lo pedían desde su trabajo).

Además, casi un 95% tenía claro que el consentimiento no solo se da en relaciones emocionales o sexuales. Un 64% de las y les encuestada/es tiene claro que puede revocar posteriormente el permiso a algo a lo que accedieron; lamentablemente, casi un 27% siente que no puede arrepentirse posteriormente.

Un 84% declaró que una persona no puede consentir nada si bebió demasiado, un 82% señaló lo mismo si está bajo efecto de una droga y un 96% si la persona está durmiendo. Si está ante una persona con más poder, como un profesor o jefe casi un 80% dijo que no, pero un 11% dijo que sí y 9% no estaba segura.

¿DÓNDE SE VULNERAN LOS LIMITES?

Al ser preguntadas por los grupos que más traspasaban sus límites, las mujeres encuestadas señalaron que sus amistades (50%) seguido por parejas (48%)  familia (44%) lugares de estudio (43%) y lugares de trabajo (42,5%) .Solo 96 personas de 1.000 señalaron que siempre han sentido respeto por sus límites.

 “Muchas veces creemos que conocemos lo que es el consentimiento y que nuestro entorno también lo entiende, así también lo demuestra la encuesta. Sin embargo, existen muchos actos de los cuales no somos del todo conscientes que constituyen instancias que requieren de consentimiento. Esto demuestra que no podemos fiarnos de la noción de consentimiento que existe en las personas porque este no siempre está bien abordado”afirma Ana Inés Álvarez, Líder de Fundación Avon y de la Promesa para erradicar la violencia de género en Chile. 

Sobre cuando han intentado establecer un límite, un 64% de las respondientes señaló que se siente culpable cuando cree que no tiene una excusa importante para negarse a algo, lo que las expertas señalan es una muestra clara de cómo existe una carga y culpa hacia las mujeres ante las negativas de peticiones de otro/e, las que terminan finalmente por ceder.

Para hacer ver sus límites, un 95% de las encuestadas señaló tuvo que recurrir al recurso de mostrarse “fría” o “dura” para que otros/es respetara los límites marcados. A pesar de existir una negativa desde antes.

HABLAR SOBRE CONSENTIMIENTO

“Esto demuestra cómo aún en nuestra sociedad no basta con trazar límites para hacer valer nuestro respeto, ya que constantemente la sociedad está esperando que cedas. Es importante entender que el consentimiento es algo dinámico que cambia según el tiempo y que las situaciones de jerarquía pueden profundizar instancias de violencia hacia las mujeres” analiza Karen Vergara, Directora de Incidencia de ONG Amaranta.

De acuerdo a ambas investigadoras un dato clave para entender la gravedad el fenómeno que envuelve al consentimiento es que afecta profundamente el cotidiano y la salud física/emocional de las y les encuestados. Ambas finalizan expresando que este es un punto crítico para reforzar respecto del consentimiento y su valor frente a los círculos cercanos. 

Sumado a lo anterior, validar el concepto del consentimiento como algo intrinseco desde la primera infancia es fundamental para crear espacios seguros para las/les niñeces, mujeres y disidencias del  futuro.

Descarga el informe completo aquí:

El autorretrato y la selfie también pueden ser espacios de resistencia feminista

Texto por Cecilia Ananías Soto.
Ilustración en portada por @Onreivni

Cuando niña, no me gustaba que me tomaran fotografías. Primero, porque no me sentía representada por las imágenes que otres tomaban de mí. Segundo, porque incluso dentro de mi familia había ciertas preferencias por retratar a algunes por sobre otres, en base a quién cumplía más con los cánones de “belleza infantil”. Y tercero, porque en el entorno machista donde crecí, escuché muchas veces decir que «las niñas que se tomaban muchas fotografías eran tontas». Y yo no quería serlo. Así que evitaba el rosado o gastar mucho tiempo arreglándome y por supuesto, las fotografías. Como resultado, hay una especie de vacío de imágenes durante un periodo bastante largo de mi vida.

Por suerte, se me atravesó el feminismo en el camino y esto me ha permitido deconstruir muchas ideas nefastas que me habían inculcado sobre mí misma, lo que hacía y mi cuerpo. De a poco, fui agarrando la cámara y animándome a autorretratarme con ella, hasta que di con esa perspectiva que sentía que nadie más podría captar de mí. Hoy, en plena pandemia, he terminado de comprobar cuán necesario es el ejercicio de fotografiarse: Ha sido mi compañía, mi diario de vida, mi forma de ir narrando mi propia historia y en mis términos, todo esto en medio de un escenario que ha sido caótico y -en mi caso-, muy solitario. Seguir leyendo

¿Un libro sobre erotismo desde una perspectiva feminista y disidente? Lee «YoErotiq: relatos e ilustraciones eróticas»

Nuestra ONG Amaranta tiene el agrado de presentarles un proyecto artístico que bordea lo narrativo, poético e ilustrativo para tratar el erotismo en cuerpos diversos desde una perspectiva feminista y disidente. Este proyecto, que nació desde una convocatoria a través de las redes sociale, propone unificar diversas experiencias sobre lo erótico desde cuerpos que no son hegemónicos fuera de una mirada patriarcal capitalista.

YoErotiq es una compilación de relatos de diversos estilos y géneros; asimismo, contiene ilustraciones, collages digitales, acuarelas y composiciones plásticas diversas. Todo ello nació desde la necesidad de leer y ver experiencias eróticas que no estuvieran ligadas con el porno heteronormado, que francamente es tan limitado, violento y generador de estereotipos de deseos y cuerpos. Por ello, Carli Olivares, docente y compañerx de la Ong Amaranta decidió dar raíz a esta idea narrativa artística para entablar en un libro los placeres, los deseos eróticos y las sensibilidades sexuales diversas y muchas veces ocultas en cada cuerpo. Seguir leyendo