Por: Vannia Zárate
Quizá en múltiples ocasiones has escuchado el verbo “cosificar”, especialmente relacionado a publicidad. ¿Pero qué es y por qué debería preocuparnos? Como algo adelanta la misma palabra, cosificar consiste en reducir a una persona al punto de considerarla como una cosa, que es lo que en diferentes casos realizan los comerciales, revistas y programas de televisión con las mujeres. Lo que muchas veces pasa como un acto desapercibido, es resultado de la normalización de estereotipos que marcan a la mujer como un objeto de consumo, transformando su valor en la mera imagen que la publicidad se ha encargado de construir en la sociedad.
Pero, ¿cómo podemos reconocer cuando un contenido es sexista o ejerce discriminación contra las mujeres? Según la Red Chilena Contra la Violencia hacia las Mujeres, este tipo de prácticas se reconocen, por ejemplo, cuando se sitúa a la mujer en un plano de subordinación en el cual no se le considera capaz de realizar determinadas actividades o se exhibe su cuerpo con un fin único de “gancho comercial”, es decir, para la captación de clientes potenciales.
