Por: Vannia Zárate
Se pasan la vida señalándonos, apuntando cada “defecto” de nuestro cuerpo, recalcando que debemos alcanzar la belleza hegemónica instaurada socialmente y, de pronto, nos arrojan dos salvavidas: ¿en qué consisten el Body Positive y Body Neutrality? Mientras que el primero de estos, respectivamente, es una invitación al empoderamiento y la validación de todos los tipos de cuerpos, el segundo se encamina hacia la misma dirección, sin embargo, lo hace desde la idea de que no es necesario estar bien todos los días cuando nos miramos al espejo. Se encarga de destacar más allá de nuestra apariencia física, permitiendo reconocer a nuestro cuerpo como el principal medio por el cual podemos lograr nuestras actividades diarias y que nos posibilita movernos por el mundo. Es así como Body Neutrality se instala desde una apreciación más neutral, tal como lo indica su nombre, y no desde un amor tan idóneo al inicio de un proceso tan complicado como el de la consolidación de amor propio.
De acuerdo a una encuesta realizada el año 2019 por el colectivo La Rebelión del cuerpo – el cual se dedica a concientizar, educar e investigar acerca de cómo los roles y estereotipos de género impactan en la construcción de identidad de las mujeres – el 84% de encuestadas dio a conocer que su silueta no es la que les gustaría tener y, a su vez, un 80% señaló que preferirían que esta fuese más delgada. Según los mismos resultados, se observa que la insatisfacción corporal incrementa junto con nuestra edad, es decir, mientras mayores somos, más son las ganas de tener una apariencia diferente.
