Ha sido un largo camino. Esta equipa lleva más de 8 años intentando visibilizar las violencias que ocurren en el plano digital y cómo estas afectan de forma distinta a mujeres y disidencias. Antes que surgiera ONG Amaranta, ya nos encontrábamos activando y pensando en un sueño colectivo: imaginarnos otras formas de habitar internet; más allá de las redes sociales y de las páginas que visitamos. Imaginarnos otras formas de relacionarnos, de establecer pactos en estos espacios, de la posibilidad de habitar y construir comunidades donde podamos vivirnos y mostrarnos como queremos. Visibilizar la violencia de género en internet para ONG Amaranta no ha sido un camino amable. Muchas veces provocó «poner el cuerpo» precisamente para contener estas violencias.
Tuvimos que dar cara frente a grupos de odio, y de personas que no comprendían que la violencia digital es una extensión más de la violencia física y psicológica: agredes a alguien en este espacio, y eso significa también consecuencias en su corporalidad y su mente.
Hemos acompañado a defensoras del agua y la tierra, colectivas feministas, activistas, artistas, niñas y adolescentes, tanto en la correcta gestión de sus dispositivos digitales, como en la forma de contener casos de violencia digital. Todo esto se tradujo en el artículo 89:
“Toda persona tiene derecho a participar de un espacio digital libre de violencia. El Estado desarrollará acciones de prevención, promoción, reparación y garantía de este derecho, otorgando especial protección a mujeres, niñas, niños, adolescentes y diversidades y disidencias sexuales y de género.”
Este artículo no funciona por sí solo. Necesita acompañarse de educación no sexista, para que dejemos de perpetuar estereotipos de género que históricamente han transformado los cuerpos de las mujeres, niñas, adolescentes y disidencias en espacios de dominación. Necesita de la educación sexual integral, para que nadie crea que podemos opinar del cuerpo de otres o difundir sus fotografías sin consentimiento.
Por esto y más, te invitamos a Aprobar el 4 de septiembre y contarle a tu familia por qué es importante consagrar el artículo 89 en la Nueva Constitución. Por espacios digitales libres de violencia #DigitalEsReal
En 1994 se publica El infarto del alma, un libro donde Diamela Eltit y Paz Errázuriz abordan y visibilizan desde la narrativa y la fotografía la vida y convivencia de personas con diversidad mental que habitan el Psiquiátrico de Putaendo. Este lugar en sus comienzos fue un hospital público para personas enfermas con tuberculosis que contaba con una distinguida y moderna arquitectura pensada en la recuperación y sanidad, pero al darle solución farmacéutica a esta problemática, se convierte en un espacio de reclusión para personas psiquiatrizadas. No obstante, como todo lugar de los márgenes, de la periferia social que no se ajusta a neuronormativa fue, con el pasar de los años, un espacio de albergue para “enfermos residuales, en su mayoría indigentes, algunos de ellos sin identificación civil, catalogados como N.N” (Eltit y Errázuriz, 1999).
En el año 2010, Bárbara Pestan Florás, se interesa en darle reconocimiento a estas identidades abandonadas y comienza su investigación que la lleva a la realización de su documental Ver es unacto (de Pocilga, 2022) para que, con él, pudiésemos presenciar y conocer estas otras realidades que aun cuando no se vean, ni se hable de ellas en las esferas sociales comunes, siguen existiendo y sintiendo. Documental que por este mes se ha exhibido en diversas salas de cine a lo largo del país.
¿Cómo puedo expresar mi descontento actual desde las artes? ¿Qué puedo hacer con la rabia que tenemos por el auge del fascismo en Chile? La rabia y la búsqueda de diálogos desde el deseo de equidad y diversidad, de respeto a los DD.HH, a valorar la naturaleza y su biodiversidad y a no olvidar los crímenes de estado ocurridos en Dictadura y durante el Estallido social de 2019, nos lleva a juntarnos y crear arte en conjunto. Desde este contexto hemos realizado un taller online el día jueves 9 de diciembre de 2021 con el propósito de generar espacios de conversación y creación ante las próximas elecciones presidenciales del 19-12. Ante este panorama te invitamos a sociabilizar tus sentires en comunidad, a crear talleres, a realizar fanzines, a pegar afiches en las calles, a dialogar con tus familias que han olvidado la reciente y tan violenta historia nacional que hoy nos insta a movilizarnos en conjunto para evitar que la ultraderecha vuelta a tomar posesión del puebloy del gobierno.
El taller estuvo dirigido por Carla Olivares Cariaga, compañere de la ONG y con la colaboración de las compañeras Cecilia Ananías y Consuelo Herrera, desde donde en conjunto a todes quienes participaron en el taller se generó el Fanzine por la Libertad -antifascista-, el que puedes descargar aquí Fanzine por la Libertad -antifascista-
La violencia de la ultra derecha está amenazando a tus amigas lesbianas, al primo homosexual, a la hermana trans, a la tía madre soltera, a los abuelos con una miserable pensión o a tus parientes que deben seguir laburando a pesar de sus problemas de salud. Así y más, son las realidades en las que millones de personas en Chile nos veremos afectadas por un gobierno que propicia el odio a quien no se ajusta a la hegemonía conservadora que hoy necesitan perpetuar. Es como si viviéramos en una película de terror donde sabemos que algo malo se avecina, pero la mayoría de las personas no percibe el peligro y siguen cómodamente en el living esperando que el asesino invada el hogar hasta matarles sin piedad. Pero como esto no es una película y si sabemos lo que el odio fascista provoca. Vota con conciencia, NOVOTESPORKAST.
Reiteramos que Amaranta ONG NO es una organización partidista, pero estamos en total desacuerdo que un gobierno de ultraderecha esté al mando del país. Es por tanto, que con el fin de posibilitar el diálogo y la creación de expresiones de arte es que realizamos este tipo de actividades gratuitas y sin fines de lucro. Te invitamos a compartir y descargar el fanzine para que llegue a más personas.
Con el fin de comprender los alcances del consentimiento como concepto y su implicancia en la vida cotidiana para mujeres y disidencias, realizamos un estudio conjunto entre Amaranta y AVON: Promesa para poner fin a la violencia contra mujeres y niñas, en el que participaron más de mil encuestadas/es. En el estudio descubrimos que los grupos que menos respetaron decisiones y consentimiento fueron parejas, familia y amistades de las sobrevivientes. Además, un 53% señaló que alguna vez aceptaron algo que no querían porque se sintieron presionadas.
En el marco de la campaña “SinohaySÍesNo” realizada en el Mes Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, Amaranta ONG junto a Avon y su “Promesa para Erradicar la Violencia de las Mujeres y Niñas” realizaron una encuesta sobre consentimiento en mujeres cis, trans y personas no binarias llamada “Consentimiento y sus implicancias en la vida cotidiana”.
En el estudio, aplicado en todo Chile participaron 1.045 personas, de las cuales un 92% se identificó como mujer cis, 7% como persona no binarie y un 1% como mujer trans.
La importancia de hablar y estudiar todo lo que conlleva el consentimiento radica en que este acto va moldeando la realidad de las mujeres y disidencias. Tanto en su carga emocional, social y como se desenvuelven con otros/es en el cotidiano. En ese sentido, entender su importancia es parte crucial en el camino hacia la erradicación de la violencia de género sostenida en la vulneración de límites.
Cuando preguntamos en qué consiste el consentimiento más de 118 mujeres creen que es algo que se expresa exclusivamente de manera verbal y 74 no tenían clara las maneras de entregarlo. Además, un 81% sostiene que también se expresa de manera no verbal (gestos, tonos de voz, distancias, etc.)
«Cada persona tiene límites distintos y todo el mundo merece que se respeten los suyos. Lo que una persona consiente es sólo decisión suya, puede variar en el tiempo y es reversible. Es importantísimo abordar el consentimiento en momentos que aún muchas personas no parecen entender sus implicancias, ya que el transgredir el consentimiento de otra persona constituye un acto violento y esto no ocurre solo en relaciones emocionales o sexuales”, indica Cecilia Ananías directora de Amaranta ONG.
Sobre situaciones que requerían consentimiento, un 68% señaló que al momento de poner límites estos no fueron respetados, un 56% indicó además que se sintió obligada a decir sí cuando quiso decir no y un 53% aseguró que muchas veces aceptó algo que no quería porque se sintió presionada por la culpa que implica decir «no».
Al respecto, las investigadoras concluyen que junto con la carga de “consentir “mujeres y disidencias también deben sobrellevar la culpa de decir que “no”, posiblemente a raíz de una socialización que busca que las mujeres sean pasivas y complacientes mientras crecen.
De las más de mil convocadas/es solo un 15% sentía que era normal decir que no y no experimentaban ninguna culpa al decirlo; el otro 85% declaró sentirse culpable en múltiples situaciones (si lo pide la pareja, una amistad, en su familia, si no tenía excusa o porque lo pedían desde su trabajo).
Además, casi un 95% tenía claro que el consentimiento no solo se da en relaciones emocionales o sexuales. Un 64% de las y les encuestada/es tiene claro que puede revocar posteriormente el permiso a algo a lo que accedieron; lamentablemente, casi un 27% siente que no puede arrepentirse posteriormente.
Un 84% declaró que una persona no puede consentir nada si bebió demasiado, un 82% señaló lo mismo si está bajo efecto de una droga y un 96% si la persona está durmiendo. Si está ante una persona con más poder, como un profesor o jefe casi un 80% dijo que no, pero un 11% dijo que sí y 9% no estaba segura.
¿DÓNDE SE VULNERAN LOS LIMITES?
Al ser preguntadas por los grupos que más traspasaban sus límites, las mujeres encuestadas señalaron que sus amistades (50%) seguido por parejas (48%) familia (44%) lugares de estudio (43%) y lugares de trabajo (42,5%) .Solo 96 personas de 1.000 señalaron que siempre han sentido respeto por sus límites.
“Muchas veces creemos que conocemos lo que es el consentimiento y que nuestro entorno también lo entiende, así también lo demuestra la encuesta. Sin embargo, existen muchos actos de los cuales no somos del todo conscientes que constituyen instancias que requieren de consentimiento. Esto demuestra que no podemos fiarnos de la noción de consentimiento que existe en las personas porque este no siempre está bien abordado”afirma Ana Inés Álvarez, Líder de Fundación Avon y de la Promesa para erradicar la violencia de género en Chile.
Sobre cuando han intentado establecer un límite, un 64% de las respondientes señaló que se siente culpable cuando cree que no tiene una excusa importante para negarse a algo, lo que las expertas señalan es una muestra clara de cómo existe una carga y culpa hacia las mujeres ante las negativas de peticiones de otro/e, las que terminan finalmente por ceder.
Para hacer ver sus límites, un 95% de las encuestadas señaló tuvo que recurrir al recurso de mostrarse “fría” o “dura” para que otros/es respetara los límites marcados. A pesar de existir una negativa desde antes.
HABLAR SOBRE CONSENTIMIENTO
“Esto demuestra cómo aún en nuestra sociedad no basta con trazar límites para hacer valer nuestro respeto, ya que constantemente la sociedad está esperando que cedas. Es importante entender que el consentimiento es algo dinámico que cambia según el tiempo y que las situaciones de jerarquía pueden profundizar instancias de violencia hacia las mujeres” analiza Karen Vergara, Directora de Incidencia de ONG Amaranta.
De acuerdo a ambas investigadoras un dato clave para entender la gravedad el fenómeno que envuelve al consentimiento es que afecta profundamente el cotidiano y la salud física/emocional de las y les encuestados. Ambas finalizan expresando que este es un punto crítico para reforzar respecto del consentimiento y su valor frente a los círculos cercanos.
Sumado a lo anterior, validar el concepto del consentimiento como algo intrinseco desde la primera infancia es fundamental para crear espacios seguros para las/les niñeces, mujeres y disidencias del futuro.
Se pasan la vida señalándonos, apuntando cada “defecto” de nuestro cuerpo, recalcando que debemos alcanzar la belleza hegemónica instaurada socialmente y, de pronto, nos arrojan dos salvavidas: ¿en qué consisten el Body Positive y Body Neutrality? Mientras que el primero de estos, respectivamente, es una invitación al empoderamiento y la validación de todos los tipos de cuerpos, el segundo se encamina hacia la misma dirección, sin embargo, lo hace desde la idea de que no es necesario estar bien todos los días cuando nos miramos al espejo. Se encarga de destacar más allá de nuestra apariencia física, permitiendo reconocer a nuestro cuerpo como el principal medio por el cual podemos lograr nuestras actividades diarias y que nos posibilita movernos por el mundo. Es así como Body Neutrality se instala desde una apreciación más neutral, tal como lo indica su nombre, y no desde un amor tan idóneo al inicio de un proceso tan complicado como el de la consolidación de amor propio.
De acuerdo a una encuesta realizada el año 2019 por el colectivo La Rebelión del cuerpo – el cual se dedica a concientizar, educar e investigar acerca de cómo los roles y estereotipos de género impactan en la construcción de identidad de las mujeres – el 84% de encuestadas dio a conocer que su silueta no es la que les gustaría tener y, a su vez, un 80% señaló que preferirían que esta fuese más delgada. Según los mismos resultados, se observa que la insatisfacción corporal incrementa junto con nuestra edad, es decir, mientras mayores somos, más son las ganas de tener una apariencia diferente.
Respuestas frente a la pregunta: ¿Cómo te has sentido con tu cuerpo en el último mes? En la encuesta realizada el año 2019 por el colectivo la Rebelión del Cuerpo.
Es probable que en alguna situación escucharas este término o, incluso, experimentado sin darte cuenta. Pero, ¿sabes exactamente qué significa y por qué nos ocurre tanto? Se trata de una práctica ejercida mayoritariamente por hombres, quienes les explican a mujeres, ya sea por arrogancia u otras veces para hacerles creer que ningún espacio les pertenece. Quizás poseen conocimiento sobre un tema, en otras ocasiones, no tienen idea absoluta de lo que están hablando. Sin embargo, cualquiera sea el escenario, la explicación siempre emana desde la condescendencia, desde su complejo de superioridad y contribuye a la limitación de las voces, pensamientos y derechos de las mujeres.
Lo más grave, es que en el mansplaining se da por hecho que una mujer no puede tener conocimiento frente a un tema o no posee el nivel cognitivo necesario o superior a un hombre para dominar un área mejor que él. Esta conducta precede de la imposición cultural histórica que ha invitado a las mujeres a silenciarse durante toda su vida, convirtiéndose en una obligación cumplir con el estereotipo y la típica frase “calladitas se ven más bonitas”. De esta forma, parece ser que el expresar una opinión propia o el simple hecho de comunicar públicamente, siguen siendo acciones que pueden ser analizadas y cuestionadas dependiendo del género de quien emite la información.
Imagen que refleja el silenciamiento a las mujeres por la práctica de Mansplaining.
El término fue acuñado por la escritora estadounidense, Rebecca Solnit, quien narró esta situación en su ensayo:“Los hombres me explican cosas”, señalando cómo, en reiteradas ocasiones, cientos de mujeres se han sentido ignoradas y minusvaloradas a través de un trato condescendiente. En el texto mencionado se alude a la autolimitación que ejercen las mujeres, debido al temor que se presenta ante la exposición de su pensamiento y conocimiento, los cuales, bajo el concepto en cuestión, terminan siendo ignorados, catalogados como subjetivos y carentes de veracidad.
Contribución de Karen Vergara para el fanzine Perrita Sudaka, de nuestra compañera Natalia Bórquez, se trata de un ejercicio para poder escribir nuestra propia declaración de principios para habitar internet. La idea es plantearnos ciertas preguntas que pueden ayudarnos a comprender las formas en las cuales existimos y resistimos en los espacios digitales y cómo queremos vivirlas, principalmente para abordar una ética del cuidado personal y colectivo.
Las diputadas y diputados Maite Orsini (RD), Maya Fernández (PS), Gonzalo Fuenzalida (RN), Jorge Alessandri (UDI), Marcelo Díaz (Unir), Gael Yeomans (CS), Marisela Santibáñez (PC) y Miguel Ángel Calisto (DC) junto a organizaciones de la sociedad civil; Abofem, ONG Amaranta, Hablemos de Ciberacoso, Observatorio contra el Acoso Chile, Proyecto Aurora, Ley Pack Ahora y Agrupación Lésbica Rompiendo el Silencio, presentaron este miércoles el proyecto de ley #NoMásViolenciaDigital, que busca instalar la demanda por mayor seguridad digital especialmente para mujeres y disidencias, y diversificar cómo éstas son penalizadas. Seguir leyendo →
La relación conflictiva entre locura y feminismo es de larga data, cruzada por encuentros y desencuentros entre feministas de distintas vertientes y experiencias.
El principal nudo crítico que existe entre ambos es el afán de un importante sector de feministas que busca despojarse de cualquier subjetividad e identidad y dejo de locura, como principio, para posicionarse como agente político con una voz legítima frente a los poderes patriarcales.
Nuestra ONG Amaranta tiene el agrado de presentarles un proyecto artístico que bordea lo narrativo, poético e ilustrativo para tratar el erotismo en cuerpos diversos desde una perspectiva feminista y disidente. Este proyecto, que nació desde una convocatoria a través de las redes sociale, propone unificar diversas experiencias sobre lo erótico desde cuerpos que no son hegemónicos fuera de una mirada patriarcal capitalista.
YoErotiq es una compilación de relatos de diversos estilos y géneros; asimismo, contiene ilustraciones, collages digitales, acuarelas y composiciones plásticas diversas. Todo ello nació desde la necesidad de leer y ver experiencias eróticas que no estuvieran ligadas con el porno heteronormado, que francamente es tan limitado, violento y generador de estereotipos de deseos y cuerpos. Por ello, Carli Olivares, docente y compañerx de la Ong Amaranta decidió dar raíz a esta idea narrativa artística para entablar en un libro los placeres, los deseos eróticos y las sensibilidades sexuales diversas y muchas veces ocultas en cada cuerpo. Seguir leyendo →